Juanita y la familia

Nació en Santiago de Chile el 13 de Julio de 1900, era la cuarta de siete hermanos. Le pusieron el nombre de Juana, como a una hermana suya que murió al poco de nacer. “Jesús no quiso que naciese como El, pobre. Y nací en medio de las riquezas, regalona de todos”. De familia pudiente venida a menos, Juanita tiene una infancia feliz, aunque su excesiva hipersensibilidad le hace sufrir a menudo.

Para Juanita, siempre fue fundamental su familia, a la que amaba de todo corazón. Su madre, Doña Lucía, era una mujer de carácter fuerte, sentía veneración por su hija. Su padre, Don Miguel Fernández era un hombre muy sensible, fue incapaz de ir a despedirse de su hija cuando entró en el Carmelo. Su hija fue el ángel de consuelo de Don Miguel, abatido por su mala administración de los bienes familiares. Luego estaban su hermana mayor Lucía, de la que conoció su primera hija. Después estaba Miguel, el bohemio, con tendencia al alcohol y poeta. Juanita antes de entrar al Carmelo le escribió una carta entrañable. Su hermano Luis (Lucho), también fue motivo de sufrimiento de Juanita, pues el que le había enseñado en la infancia la devoción a la Virgen, vive una profunda crisis religiosa de la que saldrá siendo ya un anciano, teniéndolo él mismo como un milagro de su hermana. Rebeca, su confidente y compañera de juegos, sufrió una crisis nerviosa tras la entrada al Carmelo de Juanita. Se curó el día que su hermana murió y tomó la determinación de ocupar su puesto, viviendo feliz en el convento de los Andes. Y  el pequeño Ignacio, enfermo de una pierna, preocupación de toda la familia.